El tratamiento de la fibrosis pulmonar idiopática (FPI) generalmente incluye una combinación de cuidados de apoyo, uso de medicamentos, participación en ensayos clínicos, derivación para evaluación de trasplante pulmonar (cuando se indica) e identificación y tratamiento de otros problemas asociados.
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La mayoría de las personas afectadas necesitan recibir oxigeno (oxigenoterapia) en algún momento de su enfermedad para aumentar los niveles de oxígeno en la sangre. La terapia con oxígeno puede mejorar la dificultad para respirar y permitir que las personas sean más activas. Algunas personas se benefician de la rehabilitación pulmonar, que se usa para personas con enfermedades pulmonares crónicas.
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Los medicamentos pirfenidona y nindtedanib fueron aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) como productos huérfanos para el tratamiento de esta afección en Estados Unidos y son aprobados para el uso en muchos otros países.
Para pacientes con fibrosis pulmonar leve a moderada basada en las
pruebas de función pulmonar que viven en un área donde está disponible pirfenidona o nintedanib, se recomienda iniciar el tratamiento con uno de los dos. Algunos estudios muestran que es mejor que se haga el tratamiento con los dos medicamentos combinados.
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Se están estudiando varios otros fármacos como tratamientos para esta enfermedad que incluyen
cotrimoxazol,
talidomida,
sildenafil y
mesilato de imatinib. Sin embargo, se necesita más investigación para saber si son seguros y efectivos.
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Las personas con fibrosis pulmonar idiopática pueden necesitar un trasplante de pulmón. Esto es más probable en pacientes más jóvenes (menores de 65 años) con enfermedad grave que no han respondido a otros tratamientos y que no tienen otros problemas médicos graves. Algunos médicos consideran el trasplante de pulmón para personas mayores de 65 años que no tienen otros problemas médicos graves.
[4][5] Algunos estudios han mostrado que las personas que se tratan del reflujo gastroesofágico (como antiácidos de venta libre) después de las comidas y a la hora de acostarse, y otros con receta como los llamados
inhibidores de la bomba de protones (IBP) y los
bloqueadores de H2) tienen tiempos de supervivencia más largos y menos fibrosis.
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El tratamiento con glucocorticoides, terapia de combinación con azatioprina, prednisona y (N) acetilcisteína, y con (N) acetilcisteína sola ya no son parte de la atención de mantenimiento de rutina para pacientes con FPI, ya que no hay eficacia demostrada y pueden ser perjudiciales.